domingo, 31 de octubre de 2010

Finiquitando Ecuador

Todo comienzo tiene su fin, y así sucede con Ecuador...

Pasamos una semanita en Montañita. Pueblito costero donde puedes encontrar playa y mucha marcha. Yo fui con intención de fiemar al sol en la playa, bañito va, bañito viene. Y el sol se escondió tras las nubes y la lluvia aquellos días. Desde allí, nos acercamos a la isla de la plata. No tuvimos la suerte de ver ballenas jorobadas, pero sí vimos aves fragatas, piqueros de patas azules, y tortugas verdes. Nos encantó! un paseíto por la isla, viendo piqueros a mansalva, y casi lloré de la emoción cuando vi a las tortugas... qué bonitas!



Piqueros de patas azules


Vistas desde la isla de la plata


Tortuga verde


Chalecos última temporada.. compren compren!

Tras casi una semana en Montañita fuimos rumbo a Guayaquil, donde unos colegas de los aitas nos acogieron como a sus propios hijos. Increíble el trato y la amabilidad. Gracias Verdy y Cecilia. Conociendo la ciudad y todo lo que quisiéramos! nuestros deseos, fueron órdenes!


Plaza del seminario.. rodeada de iguanas


Las peñas, Guayaquil


Atardecer en Guayaquil

Y ya después fuimos rumbo a Cuenca. Ciudad tranquila, que llamaba la atención por su limpieza (flipante, y eso que costaba trabajo encontrar una papelera). Desde aquí nos acercamos a Santa Isabel, pueblito donde Arkaitz estuvo de voluntario hace muchos años. Reencontrándose con gente de entonces...


Increíble catedral de Cuenca

Y desde Cuenca nos acercamos al Parque Nacional de las Cajas, el cual nos encantó y sorprendió muchísimo. Nos hizo un día espectacular (apuramos el sol, porque cuando nos fuimos empezó el frescazo y las goticas de lluvia). Un paseo entre lagunas, bosques increíbles de Quinua... muy muy muy chévere todo!


Laguna Toreadora, PN de las Cajas




i´m lovin' it!





Y también conocimos la fiesta de Cuenca... nos unimos a los recepcionistas del hostal y a sus colegas a un poco de farra... y chucha! qué malo es el ron ecuatoriano, la chuchaqui de ayer fue de todo menos graciosa. Es decir, que llevamos una resaca elegante!


Más atardeceres de esos que me tienen loca...

Y ahorita estamos en Loja, ciudad con la que me he reencontrado yo ahora, 3 años atrás. Ciudad muy tranquilita, sin mucho que ver... pero bueno. Mañana si la cagalera nos deja, iremos al Parque Nacional Podocarpus. Después la intención es ir rumbo a Vilcabamba a pasar los últimos días en Ecuador.


Loja y sus murales...



Y desde ya puedo deciros que cuento con los pasajes a Perú. Esta aventura comenzó con P de Panamá, pero el reencuentro se escribe con P de Piura... y que cuanto más lo pienso, más me emociono....

lunes, 18 de octubre de 2010

Por Ecuador

Casi un par de semanas atrás dejamos Colombia. Nos enamoró y atrapó de manera sobrenatural... pero después de 5 semanas tocaba ir a Ecuador. Con mucha pena nos dejamos el norte, pero volveremos a la vuelta.



La entrada a Ecuador fue muy bacana, con control policial incluído en el que me empezaron a sacar muchas cosicas de la mochila (habéis sentido alguna vez odio e ira? podría explicaros esa sensación), un policía bastante tontolaba que afirmó que me gustaban las armas, basándose en mi navaja multiusos y un periódico que llevaba (eres tonto? o como diría el chavo, o "llegaste tarde a la repartición de cerebros?")(apuesto por lo segundo). Y nada, nuestra primera parada fue Ibarra, ciudad "blanca" a la que dicen que siempre vuelve uno. Creo que no volveré nunca. Bueno, creo no... no volveré nunca.

Después fuimos a Otavalo, pueblito conocido por su mercado dominical. Nos perdimos el del sábado, pero vimos el de a diario. Desde allí nos escapamos hasta un mirador, el parque cóndor (donde tienen aves que se rehabilitan para luego liberarlas), y a una cascadica. También pudimos deleitarnos con la laguna de Cuicocha,ubicada en el cráter extinto de un volcán. Preciosas vistas!



La gente de Otavalo tiene mucho que decir...


Con el volcán Imbabura de fondo


Laguna de la Cuicocha

El siguiente destino fue la capi, Quito. Me sorprendió muy gratamente, ya que la ciudad parece tener cierto "orden". La ciudad vieja, o centro, muymuymuy bonito, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Me acerqué a la mitad del mundo (ese día cada uno fue por su lado).. curioso!


Mujer conjuntando cholas y chal, en Quito


Por Quito


Atardecer en Quito


En la mitad del mundo

Después marchamos para Latacunga, donde pudimos hacer una excursión a la laguna Quilotoa (también en un cráter de un volcán, muy bonita) y al Parque Nacional del Cotopaxi. El tiempo no nos acompañó nada... en la laguna tuvimos que darnos la vuelta a la hora y media por la niebla (que desapareció después totalmente), y en el Cotopaxi... pudimos llegar al glaciar, pero no lo vimos despejado... una pena.


Laguna Quilotoa


"Y tú qué mirás?", me preguntaba la alpaca


En el glaciar del Cotopaxi


En el refugio del Cotopaxi

Ayer estuvimos en Baños. Lugar que ofrece mucho para hacer (rafting, puenting, excursiones a caballo, bici, etc...) pero atestado de turistas. A mí me echaba para atrás un poco. De todas formas, pillamos unas bicis y fuimos a ver varias cascadas, la más brutal el "Pailón del diablo".


Cascada "Manto de la novia"

Y ahorita os escribo desde Guaranda, una ciudad ecuatoriana sacada del mismísimo infierno (pero literal). Nuestra excusa para estar en este lugar, es el acercarnos a Salinas, un pueblito donde hay una cooperativa que Arkaitz quiere conocer. A ver qué se tercia. Y eso sí, después... huiremos hacia Montañita, en la costa.

Y así andamos, recorriendo Ecuador....

martes, 5 de octubre de 2010

Por el sur de Colombia

Atrás quedaron los días en Medellín. Después de casi una semanita allá, dejamos a Ana en Medellín y a Txema de vuelta a Madrid. De nuevo pasamos a perder a parte del equipo y continuamos nuestra marcha. Muchas gracias por estos días juntos, Ana y Txema, todo un placer!

Nuestro viaje prosiguió rumbo a Popayán, una de las ciudades coloniales más bonitas del país según dicen. En el bus íbamos tan sopas que casi continuamos hasta Pasto, una ciudad muy al sur, cerca de la frontera ecuatoriana.



Popayán

En Popayán pasamos varios días tranquilitos, conociendo el Parque Nacional Puracé. Teníamos la intención de llegar hasta el volcán, a 4760m. Tras dos horicas de subida, aquello empezó a nublarse y a mí ya no me daba ninguna buena espina... así que nos dimos la vuelta.


Volcán Puracé de fondo

Aprovechamos para conocer el mercado de Silvia, un pueblito cerca de Popayán, donde acuden indígenas a vender frutas y verduras. Auténticos ellos todos! y cómo no, tuvimos el placer de conocer a Silvia, una pamplonica cooperante. Si es que tendríamos que hacer nuestro propio programa de "navarricos por el mundo". Muchas gracias por todo Silvia!

Después fuimos rumbo a San Agustín, donde fuimos acogidos por el señor Mario en su hostal. Increíble! como en nuestra propia casa. Y yo además tengo ya la vida resuelta; cuando Mario se quede viudo dentro de 20 años, yo volveré a Colombia a regentar con él el hostal. Teníais razón, me casaré y me quedaré en sudamérica...

Por San Agustín, más excursiones para conocer los alrededores, curiosas esculturas, cascadas y paseo a caballo.... un lugar muy tranquilo donde dio mucha penita marcharse.




Cascada


Otra excursión a caballo

Después proseguimos hacia el desierto de la Tatacoa. Nos encantó! la única pena que llovió la noche anterior de conocerlo, y fue un barrizal muy majo aquello... y a pesar de la lluvia que nos acompañó durante el paseo, lo disfrutamos de igual modo.


Desierto de la Tatacoa


A que mola? es tan bacano...



Y ahorita estamos en Mocoa, al sur. Llegamos hoy de madrugada y siendo diplomática, diré que el lugar donde hemos dormido era austero. Eso sí, a la mañana hemos huido como las ratas en busca de algo más acogedor. Muy grotesco el momento en el que el tipo del "Hotel Residencial su casa" (que eso no era ni hotel, ni mucho menos residencial), posaba en el marco de la puerta, (diría yo que en un amago de resultar erótico), haciendo alarde de su barriga tapado de cintura para abajo con una toalla blanca, tampoco muy larga. He dado gracias a que no hacía buena ventolera, par diez! quién posa así a la 1 de la madrugada?

Y cómo olvidar el trayecto de bus hasta Mocoa! tuvimos nuestra primera experiencia en un retén de la policía colombiana. Qué divertido se presentaba el momento de revisar las mochilas. Y más divertido cuando el policía te empieza a sacar la barra metálica de la mochila de su lugar pensando "qué clase de artilugio es éste", y abres la boca diciendo "ayyy no, no me saque la barra metálica de la mochila, es para la espalda" (o traducido a "no me jodas sacándome la barra, que me descojonas toda la mochila, o luego arderé en deseos de matarte"), y según lo acabas de decir, te das cuenta de la cagada que acabas de cometer.. y te salta el niñato de turno de 21 años (porque son unos mocos) "documentación". Le das un fusil a un niño y ya se cree Rambo. Pero eso sí, para amenizar el rato, te viene otro policía (con su enorme fusil que dices "eh, aleja eso de mi pierna") y te empieza a preguntar cosas como "a dónde vas? de dónde eres? y qué le parece Colombia?".. SURREALISTA SEÑORES!. Así una no se puede olvidar de su tierra, ni de todos los controles que ha sufrido en su vida. Eso sí, siempre desde la amabilidad, y no desde la hostilidad....