jueves, 26 de mayo de 2011

Maravillándome con Venezuela...

Atrás dejamos Chichiriviche con sus playas de agua cristalina y arena blanca. Anunciaban lluvias así que proseguimos hacia Coro, ciudad colonial muy bonita donde nos acercamos a lo médanos, muy bonito.


Coro


Médanos de Coro



Desde Coro nos acercamos también a Curimagua, para hacer una caminata hasta otro pueblo, Cabure, donde vimos un par de cuevas súper bonitas, y nos empapamos de arriba a abajo. Dos cerebros pensantes que en un acto de lucidez deciden pensar "eh! es época de lluvia, anuncian lluvias... por qué no dejamos el chubasquero en la posada?" y tomaaaaaaaaa, premio! caminando por el bosque mientras cae del cielo el diluvio universal. Pero nos reímos viendo cangrejos por el camino ("qué hace un maldito cangrejo enorme en el bosque?") que parecían bailar jotas cada vez que pasábamos alrededor suyo (poniéndose en pié de guerra por si los atacábamos), y conociendo a los locales que nos dejaban resguardarnos en sus casitas.




Momento desolación o "dejará de llover alguna vez?"

Y a la noche proseguimos hacia Barquisimeto. Una vez más nos aventurábamos en ese medio de transporte con temperaturas bajo cero. Por qué ponen el maldito aire acondicionado a -30°, si el calor hace de día??? hay que sacarse media mochila para entrar en calor, y este viaje lo pasé dentro del saco XD

Llegamos a las 4 de la mañana y flipamos con la terminal. Nunca había visto tanto indigente durmiendo en una misma estación (luego nos contaron que era muy chunga esa terminal), y nos metimos en la cafetería a esperar a que nos recogiera Conchi, una amiga de Arkaitz que está de voluntaria en CECOSESOLA, una cooperativa. Barquisimeto no tiene ningún atractivo, salvo que nos ha servido como parada y respiro, para conocer la cooperativa y para acercarnos a Guarico, el pueblito donde nació la ama.


Con respecto a CECOSESOLA, decir que muy interesante ver cómo se organiza esta gente (y desde hace tanto tiempo), que es un trabajo durísimo y que funcionan muy bien. Dentro de todo lo que abarca esta enorme cooperativa (una funeraria, un centro de salud y 3 mercados) hemos colaborado y conocido más uno de los mercados (venta de víveres, frutas y verduras)... hemos trabajado y el primer día tuve agujetas de barrer, me he sentido como el rey XDDDD. También conocimos un par de cooperativas más cerca de la zona... interesante y hace cuestionarte que otras formas son posibles...y que hay mucho que aprender.


Un día en la feria

Y para mí, el plato fuerte de Barquisimeto fue acercarnos a Guarico, el pueblo donde nació mi madre, mi ama. Decir que de entre todas las cosas más emotivas de este viaje, junto a mi reencuetro con Perú y Piura, ha sido conocer Guarico. Llegamos a este pueblo (que ya no es tan pueblo), con un par de fotos de la casa y unas indicaciones para llegar. Preguntando a la gente del lugar nos indicaron (y acompañaron hasta la casa). Y allá conseguimos gracias a un señor, que nos abrieran la casa y nos invitaran a pasar. Pasamos varias horas hablando con Trina y Rodrigo, el matrimonio que ahora vive en la casa donde vivieron los aitonas y la ama hace muchos muchos años. Hablando de Venezuela, del pasado, de cuando volvieron los aitonas y los aitas a Guarico, de cómo fue aquel reencuentro, de Venezuela... de la vida! difícil transmitir lo que sentí allá, intentando pensar cómo vivieron en aquel entonces en esa casita...y que en cierto modo ese espacio lo sentía como mío... como si algo me perteneciera a mí también!


En la entrada


La habitación donde nació mi amatxo


La casita

Arkaitz-Trina-Old-Rodrigo-Conchi

Muchas gracias Trina y Rodrigo por el día, las conversaciones y todo... muchas gracias! con este tipo de personas descubres que queda gente maravillosa por el mundo, dispuestos a abrirte las puertas de sus casa simplemente porque eres un desconocido... y con esta visita me planteo que... qué hubiera sido de la vida si no hubieran vuelto nunca a Vitoria? Guarico os extraña familia!

Y ahorita nos vamos de nuevo para la cooperativa, fin de semana toca currar... y después proseguiremos con la vida de ociosos que llevamos desde hace casi 10 meses... ya llegarán las vacas flacas y los tiempos de laborar mientras, me seguiré rascando la barriga... o los miles de picotazos de estos infernales mosquitos venezolanos....

sábado, 14 de mayo de 2011

Emocionante Venezuela... cónchale!

3 días infernales nos costó llegar a Venezuela, durmiendo en aeropuertos y pasando muchas horas de espera. Llegamos a Caracas, una de las capitales "más peligrosas" del mundo mundial (con la fama que le precede), así que después de que varias personas nos acojonaran sobre Venezuela y su capi, decidimos huir en un bus nocturno hacia Ciudad Bolivar. Desde esta calurosa (y abrasadora) ciudad accedimos al Parque Nacional Canaima, para ver el salto del Ángel (983m).



Salto del Ángel

3 días increíbles rodeados de gente muy simpática y unos paisajes brutales, increíbles tepuys... muy muy bonito el parque. El primer día navegando durante bastantes horas para acceder al salto del Ángel (donde mi culo se rompió gracias al tablón en el que estaba sentada) y dormir en un campamento con hamacas, jajaja. El segundo día, caminata hasta un mirador donde contemplar el salto, que es precioso!!! te podías pasar horas mirándolo.


Salto del Ángel

Y el tercer día, pasando en bote por la laguna Canaima, para acceder al salto sapito, una cascada más pequeña que el Ángel, pero más brutal... pasando por debajo de ella y empapándonos con el agua.. y rodeados de aquel maravilloso paisaje.


Salto sapito


Despidiéndonos de Canaima, tepuy de fondo

Tras quedarnos maravillados con el parque, emprendimos la vuelta en avioneta (de nuevo) hacia Ciudad Bolivar, donde gracias a algún extraño milagro, no eché la pota en el viaje XDDD. Descansamos aquel día en la ciudad del calor, para proseguir al día siguiente temprano hacia Santa Fé, un pueblito auténtico-auténtico en el caribe, donde fuimos prácticamente los únicos extranjeros (pudimos escuchar a gente en la calle diciendo en voz alta sin ningún reparo "mira, un gringo" XDDD). Desde aquí hicimos snorkel por las islas Caracas y Venado, del Parque Nacional Mochima. Agua transparente, mucho coral y peces de muchos colores: peces loro, cirujano, trompeta.. y miles más de nombres desconocidos. Y con un sol que nos abrasó nuestros cuerpos serranos.


En isla Venado, la playa sola para nosotros

Después proseguimos por la costa caribeña, hacia Puerto Colombia. Un pueblito colonial muy pequeñito y ciertamente encantador. Pasamos un día en la playa grande del pueblo, donde pude ver un maldito exhibicionista y todo XDDD playa de palmeras, arena blanca y selva... mmmm. Y otro día fuimos a hacer snorkel a la playa de Valle seco, donde fue como bucear en una maldita pecera, repleta de peces multicolores, mezclándote entre bancos de peces... aaaah! quise morir en el momento... hacía mucho que había algo que no me maravillaba tanto! estaba encantada!!! además la playita la tuvimos prácticamente todo el día sola para nosotros dos. Eso sí, fui devorada por los maldito puri-puri o como los llamen acá. Unos malditos mosquitos minúsculos sacados del infierno, que me dejaron como 120 picotazos (mínimo), los mismos que me impiden dormir a las noches. Los exterminaría a todos sin sentir cargo de conciencia, lo juro.


Puerto Colombia


Listos para hacer snorkel

Con cierta pena abandonamos este pueblito, y proseguimos rumbo a Chichiriviche, para acceder al Parque Nacional Morrocoy... que se resume en aguas transparentes de arena blanca donde morir en paz... junto con una pareja de alemanes, nos acercamos ayer a cayo sombrero... qué maravilla de lugar. Donde sólo sientes paz, tranquilidad y suspiras llena de felicidad pensando "no tengo ninguna responsabilidad".. y sí, reconforta saberlo jajajajaja.


Cayo sombrero


No puede serrrr, qué bonito es cayo sombrero XD


Esto es vida!!!



Estamos disfrutando de Venezuela y ciertamente me resulta emocionante andar trotando por aquí en busca de la historia de los aitonas y la ama. Descubrir que palabras como "pasticho" o "cónchale" que han sido tan normales y del día a día en casa sean venezolanas, y sigan formando hoy parte de lo que vivieron aquí hace tantos años... lo que hace que esta tierra la sienta un poquito mía....